Era tan chica...

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Bueno, ya que me dieron este espacio para contar mis aventuras, lo aprovecho.

Les voy a contar algo muy loco que hice cuando tenia 19 añitos. Siempre fui muy curiosa con el sexo. Ya a esa edad (ahora tengo 26) sentía mucha curiosidad por vivir experiencias intensas. Un día lo convencí a mi novio de ese entonces de ir a un boliche Swinger. (Se puede hacer propaganda por acá?). Quería ver que onda.


Estabamos ahí en la barra cuando un streaper, un morocho divino, que laburaba en el lugar me invita a bailar salsa. Ademas de tener un lomazo infernal, bailaba divino, la temperatura comenzó a subir. En un momento me mira y me dice: ¿Vamos arriba?. Yo lo miré a mi novio y me puso cara de "hacé lo que quieras". ¿Que hice yo?. Lo que quería, me fui con el morocho.
Arriba hay como unos boxes. Ni bien entramos me empezó a besar. Me puso como loca enseguida, me tocaba, tenia manos grandes. No se como, en un segundo me tenia en cuatro patas, sobre una especie de banco de cuerina y me penetró. ¿Usó preservativo? No lo sé. Fue todo muy rápido. Yo estaba muy excitada. Cerré los ojos y me dejé llevar, me entregué totalmente. No se cuanto tiempo pasó cuando empecé a sentir ademas de la terriblemente excitante penetración, manos que me acariciaban. Abrí los ojos y vi a otro hombre, de unos 40 años, con los pantalones enroscados en las rodillas, al lado mio, acariciándome la cabeza y ofreciéndome su pene. Me asusté pero mi morocho se inclinó un poco y me dijo al oido: Relajate, preciosa, yo te cuido.
Me llevé eso que tenía cerca a la boca y lo saboreé. Volví a cerrar los ojos y sentía mas presencias. Ya no quise ver. Solo sentía manos que me acariciaban, penes que me rozaban. Mi primer orgasmo llegó y me hizo gritar como nunca lo había hecho. Abría los ojos y miré hacia atrás para agradecerle al morocho tanto placer, pero no era el morocho el que estaba ahí, era un gordo canoso que me sonreía con cara de libidinoso. Recorrí con mi mirada el lugar. No se cuantos hombres había, pero eran muchos, mas de los que podía contar y el morocho no estaba. Alguien me dio vuelta y me abrió las piernas y enseguida sentí como me penetraba. No vi como era, porque volví a cerrar los ojos. Acabé varias veces. Sentía la variedad de tamaños, consistencias y texturas dentro mio. Sentía besos, lamidas, caricias, pellizcos en todo mi cuerpo, mi boca se llenaba de carne y de fluidos.
Creo que me desmayé o me dormi, no se. Recuerdo abrir los ojos y no ver a nadie. Solo escuchaba música que venia de abajo y gemidos de los boxes de al lado. Me senté. Tenía el vestido todo enroscado en la cintura. Nunca encontré mi ropa interior. La piel toda pegoteada. Fuí al baño y me limpié como pude. Bajé, no tenia ni idea cuanto tiempo había pasado. Mi novio estaba ahí, sentado, esperándome.


3 comentarios:

El Lagarto dijo...

Gata, gracias por contarnos tu aventura. Esperamos muchas mas.

Anónimo dijo...

póntelo, pónselo

NEA dijo...

Si a los 19 hiciste eso... que te espera a los 30 nena?

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